Alberto, lo qué tienes, lo has conseguido con tus santos cojones, ni familia ni amigos, ¿te hace falta rodearte ahora de hipócritas.?
Yo, le respondía, qué no conocía a los hipócritas.
Hoy, le respondía:
amigo, la hipocresía supera con creces a la convicción.
Amigo, dejo a los mejores en Su batalla.
Esta guerra ya no es mía.
No encuentro respuestas a tantas incógnitas e incongruencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario